noche de espanto y uno que otro grito

hola hola!!!

hace mucho que no escribia un fanfic con lemon lemon lemon, totalmente explicito XD ok no no lo volvere hacer, ese solo fue en mi primer fic, que no vera nunca la luz de nuevo wuajajajajajaj

bueno sin mas les dejo con esta fea historia...disfruten

tipo: yaoi
serie: inazuma eleven
pareja: FudouxKazemaru
advertencias: lemon


noche de espanto y uno que otro grito



Era una linda noche y los grillos estaban dando sus más practicadas canciones, ahora veríamos una casa gigante en la cual estaba un chico de cabello largo y azul con ojos rojizos y piel de porcelana, bajaba lentamente las escaleras, no quería tropezarse, la luz se había ido y estaba solo en casa, iría a ver que pasaba.

De pronto escucho un ruido en la cocina, ya estaba muerto del susto, aunque sacaría lo valiente que tenia muy dentro e iría a ver, tomo una vela la encendería una vez llegara a la cocina y luego vio una escoba, bueno tenia que protegerse con algo ¿no?
Encendió la vela y empezó a buscar que había por hay, vio una pequeña sombra pasar y dio un brinco, la empezó a perseguir, vio a un chico, solo su figura, estaba tan oscuro que no se veía nada y la luz de la vela no ayudaba mucho.

Paso un aire helado, raro en la casa, no había ni una ventana abierta así que era casi imposible, se apago la vela y Kazemaru tembló, esto ya no era nada normal.

Con la poca luz que entraba a la gran mansión el chico con apariencia de ángel no dejo de perseguir a la silueta del chico de un momento a otro este se giro y el peli azulado creyó ver unos ojos rojos, unos ojos que parecía desearan matarlo, salió corriendo y el otro empezó a perseguirlo, habían cambiado papeles y ahora era Kazemaru el que deseaba escapar.

Se tropezó con alguna de las cosas de su casa, nunca debió salir de su cómoda cama y ver por que se había ido la luz, empezaron a sonar relámpagos y una fuerte lluvia empezó a caer, genial ahora estaba atrapado en lo que parecía una historia de terror.

El chico de ojos rojos alcanzo al peli azul haciéndolo caer y golpearse la cabeza, ahora todo se volvía blanco para después empezar a oscurecer…iba a quedar inconsciente.

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Se escuchaba la risa de un chico y luego un fuerte golpe

-¡no tenias por que asustarme así!- grito Kazemaru mientras veía como el otro se sobaba la cabeza sin dejar de sonreír

-debiste ver tu cara, a todas estas, ¿te gustan mis lentes? Están geniales –decía el castaño mientras se acercaba al peli largo

-si están chéveres, aunque me diste un susto de infarto con ellos, ¿Qué haces a estas horas aquí Akio?- abrazo al chico y este hizo lo mismo

-por que tenia unas malditas ganas de verte- acostó al otro en la cama lentamente mientras le acariciaba y se posicionaba arriba suyo.

-ya… etto… creo que…-fue cayado por unos demandantes labios, las manos del castaño acariciaban las piernas de Kazemaru arrebatándole así suspiros y pequeños gemidos que ahogaba en la boca de Fudou

-necesitaba tenerte así, y dije ¿Por qué no aprovechar a quitarle su hermosa inocencia ya que esta solo en casa?- estaba besando ahora su cuello y quitaba lentamente su pijama, poco a poco lo dejaba solo en ropa interior y acariciaba su cuerpo desmedidamente

-eres…un… pervertido, ah Akio!-Kazemaru ya no podía quedarse quieto, le quito primero la chaqueta y la camisa y Fudou ayudaba a quitar su pantalón

-ni que no te gustara- lamia su pecho y dejaba pequeñas marcas en su cuerpo, ya ni se habían dado cuenta que ambos estaban completamente desnudos, tocaban su cuerpo, la pasión estaba al máximo.

Fudou se detuvo por un momento a observar lo que había bajo su cuerpo, Kazemaru le miraba con los ojos entrecerrados y un sonrojo en sus mejillas, esa piel de porcelana, totalmente suave, empezó a tocar su pecho y luego sus piernas, finas, blancas, hermosas. Las abrió lentamente deseaba entrar y sentir la calidez total del cuerpo de su novio.

-a…Akio s-sabes que soy virgen, ten… cuidado- el otro solo lo miro y se acero a sus labios, repartió besos por su cara y susurro en su oído- todo estará bien Ichi-chan- Kazemaru le miro sorprendido, era raro que Fudou fuera así de tierno

El moreno le dio a lamer tres dedos y su uke obedeció, una vez estaban lo suficientemente húmedos los dirigió a la virgen entrada y empezó a introducirlos uno por uno, besaba el cuello y le acariciaba para que el dolor no fuera tanto, quería que también disfrutara, ya lo amaba y aunque no fuera tierno, no venia con su paquete, no quería hacerlo sufrir.

Las muecas de dolor pronto pasaron a placer, Akio movía los dedos para acostumbrarlo y una vez estuvo listo los saco, Kazemaru lo miro con algo de enojo y Akio le sonrió, era hora de atender a su amiguito, ya empezaba a dolerle con la sola imagen erótica que presentaba el chico azulado.

-tranquilo vendrá algo mejor- abrió sus piernas un poco más y empezó a introducir el miembro en su angosta entrada, Kazemaru no pudo reprimir un grito de dolor y las lagrimas empezaban a salir, el semi-rapado empezó a acariciar el miembro del otro para disipar el dolor y entro del todo de una sola vez haciendo que Kazemaru gritara de nuevo, pero esta vez se había perdido en la boca de ambos, Fudou lo besaba para distraerlo.

Esperaron a que el oji rojizo se acostumbrara al dolor, el otro repartía pequeñas caricias y seguía masajeando el miembro de su uke, Kazemaru empezó a moer sus caderas dando a entender que ya se podía mover y Akio ni corto ni perezoso empezó a moverse.
Las manos iban masajeando al ritmo de las caderas los gemidos no se hacían esperar, el cuarto empezó a llenarse de gritos de placer, ambos chicos gritaban el nombre del otro a cada estocada, el castaño había encontrado el punto exacto donde debía llegar haciendo que el peli azul se inundara de placer, las unas de Kazemaru estaban enterradas en la espalda del otro, inconscientemente.

Ya pronto ambos llegarían, los gemidos eran fuertes, música para los oídos de Akio, Kazemaru gritaba su nombre, el cuello del peli azul estaba lleno de marquitas, así todos sabrían de quien era ichirouta Kazemaru, el peli largo se corrió entre ambos y después de dos estocadas mas Fudou se corrió dentro del oji rojizo.

Con las pocas fuerzas que le quedaron al castaño salió del otro provocando un pequeño gemido, Kazemaru se abrazo a el y quiso empezar a dormir

-espera aun no nos hemos limpiado…oye Kaze, ah ya que, se durmió- Fudou se levanto y tomo una toalla y se limpio, luego fue con su uke y también hizo lo mismo, era todo un ángel tanto despierto como dormido, se acostó y quedo un momento mirando al ser que tenia recostado en su pecho - dulces sueños- le beso la frente y se durmió, ya se imaginaba el reproche que le montarían al otro día.

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-pervertido- decía el peli azul desde la cocina

-ni que no te hubiera gustado- el castaño estaba sentado en la mesa esperando el desayuno, no tenían que ir al colegio, era un hermosísimo fin de semana.

-eso no te quita lo pervertido, además, eres un ladrón, entraste a mi casa en la noche y me robaste- alcazaba los platos a la mesa con huevos, café en leche, panqueques y demás cosas deliciosas, le encantaba cocinar y sabia hacerlo muy bien.

-oye no tome nada – dijo defendiéndose

-claro que si, ladrón de inocencias – el otro solo rió y lo hizo mas notorio cuando su uke no podía sentarse, juntos empezaron a desayunar, el peli azul lo miraba fulminante y el otro burlón, era un largo fin de semana y ya no podría devolverle lo que había robado, pero si robarle uno que otro gemido mas.

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